domingo, 8 de marzo de 2015

Ser tú mismo… un regalo de gran valor.

imagen de Fotolia
"He tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar sólo a una persona, y esa persona soy yo mismo, y sé cuán difícil es conseguirlo." Mahatma Gandhi.


Hoy quiero compartir contigo parte de un escrito que leí.

Aunque desconozco el autor, es un valioso material que bien vale la pena divulgar y compartir… Así que aquí tienes un extracto:

“Dicen que, a cierta edad, las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

            Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora

            Nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi vida

            Descubrí que no soy una princesa de cuentos de hadas

            Descubrí al SER humano que sencillamente SOY, con sus miserias y sus grandezas

            Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás

            Y, a pesar de ello, quererme mucho, y aun amar, de sentir, de vibrar

            Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado… sonrío a la que SOY HOY

            Me alegro del camino andado y asumo mis contradicciones

            Siento que debo saludar a la joven que fui con cariño, pero dejarla a un lado porque me estorba… Su mundo de ilusiones y fantasías ya no me interesa

            Me interesa ser yo, aquí y ahora.

            Que bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños

           Que bien poder disfrutar del silencio y de los pensamientos

Que lindos son los recuerdos y sonreír tras ellos

            La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse

            Por eso trato de vivirla a plenitud como si hoy fuera el último, gozando cada minuto, cada momento, cada un te quiero, cada rayo de sol que me acaricia

            Y tan solo puedo dar gracias a Dios por toda esta maravilla…”

imagen de fotolia
Valorando el regalo…

            Cuando se piensa y se siente tal como lo expresa el escrito anterior es porque ya se ha andado el suficiente trecho del camino como para ver y comprender la vida con mayor claridad y madurez

            Ese es un regalo inestimable que no se tiene en los años de la juventud y que, si bien es cierto, que cada etapa de nuestras vidas tiene su valor e importancia, no es menos cierto que, con cada etapa, ganaremos algo y habremos de dejar o sacrificar algo de nosotros.

            Por eso, perder la apariencia de los años mozos a cambio de la madurez y de una visión más clara de la vida, es parte del intercambio que hacemos con nuestra propia evolución

            Tal como quien sube hacia la cima de una montaña, en el trayecto se presenta la necesidad de soltar o dejar algunas cosas del equipaje que te impedirán avanzar por el empinado camino y optar por aquello que facilitará el viaje

            Cuando recibimos un regalo, aunque el lazo, el papel y el empaque sean hermosos, siempre optamos por quitarlo y hacerlo a un lado, para  poder disfrutar del regalo en sí mismo y que está dentro de toda esa envoltura que lo cubre

            Así somos nosotros, como los regalos, cubiertos por lazos, envolturas de papel y empaques que los contienen

            La realidad es que dentro está lo más importante: NUESTRO SER

            Y es vital para cada uno darse la oportunidad de transitar el camino entre quienes SOMOS y lo que PODEMOS SER

            Porque así como hay una diferencia entre conocer el camino y recorrerlo, también la hay cuando, mirándonos, nos preguntamos: Realmente, he recorrido el camino hacia mí?... Puedo decirme que sé quién soy?

Lo que vale, cuesta…
imagen de Fotolia

            Una de las cosas más interesantes de la vida es que, a medida que avanzamos, tenemos la oportunidad de ir aligerando nuestras cargas, ver y comprender el mundo que nos rodea desde adentro y, con ello, ir aprendiendo a ser menos vulnerable a lo negativo y...

            más abiertos y dispuestos a valorar, agradecer y amar

           Pero como todo en la vida se consigue a cambio de algo, obtener el obsequio de ser más dueños de nosotros mismos es consecuencia del esfuerzo

        de buscar, en nosotros, las causas y consecuencias de lo que está siendo nuestra vida

            y si, finalmente, nos damos la oportunidad de recorrer el camino desde lo que somos hacia lo que queremos y podemos ser,

            con toda seguridad, tendremos la satisfacción de saborear el triunfo que, sólo los que se atreven a emprender empresas difíciles, tienen la dicha de experimentar

            Así que te invito a atreverte a saborear del fruto de la victoria sobre ti mismo.

            Para terminar, aquí te dejo una frase de un hombre que es un ejemplo a seguir:

"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa." Mahatma Gandhi.

 Me despido por hoy, dejándote un enlace de un video animado corto y muy interesante de UPSOCL:



y, si quieres compartir el sabor de esta reflexión… comparte este post



          Un gran abrazo… nos leemos en el próximo post       

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