lunes, 15 de junio de 2015

Cuando no tienes nada que decir…

Cuando no tienes nada que decir
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Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio
Mario Benedetti


En este encuentro quiero hablarte sobre el silencio y el valor que tiene cuando dice mucho más que las palabras.

Te pido que, mientras lees, escuches esta melodía… o puedes leer en silencio…




El silencio de ti no es lo mismo que el silencio en ti…

Tratándose de un escrito sobre el silencio, lo propio sería no hablar tanto y dejar que el protagonista de esta historia marque su presencia.

Sin embargo, hablaremos un poco sobre él y comenzaré por decirte que cuando el silencio se hace presente dentro de nosotros es, en muchas ocasiones, porque no tenemos argumentos con qué justificar ante sí mismo un sentimiento o una verdad.

Hacemos silencio dentro de nosotros cuando reconocemos que nada nos podemos decir respecto a una realidad que estamos viendo claramente y que no dejará de existir porque la desconozcamos.

Si tenemos miedo a enfrentar nuevas experiencias en lo laboral, a nivel de relaciones de parejas, pérdida de seres queridos o cualquier otro ámbito de nuestras vidas y no tenemos argumentos que justifiquen el negarnos una nueva oportunidad o ver la realidad tal como es, el silencio dentro de nuestro mundo interior se hará presente para hacernos saber que estamos equivocados.

Y si hemos decidido apartarnos de lugares, condiciones o personas por las razones que sean, el silencio de nosotros, nuestra ausencia, hablará en nuestro nombre.

No hará falta decir nada más en nuestra defensa porque el silencio se encargará de hacerlo.

Así, el silencio es un sabio maestro que observa tu andar y te dice sin palabras, allí muy dentro, la verdad que conoce de ti.


Cuando no tienes nada que decir
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Sentir en silencio…

Los sentimientos más intensos y profundos nacen en silencio y se van fortaleciendo, crecen, en silencio… en el más completo y absoluto anonimato.

Tal pareciera que al ser como semillas ocultas bajo tierra y que nadie advierte sus cambios ni las ven cómo crecen, los sentimientos desde los más nobles hasta los más dañinos, comienzan por ser silenciosos y de allí toman sus fuerzas iniciales.

Quien ha amado mucho en silencio puede confirmar la potencia del sentimiento que no ha sido revelado porque ha vivido en el ensordecedor mundo del silencio.

Quien ha sentido rechazo por algo o por alguien y no lo ha hecho saber sino que ha vivido con eso por el tiempo que sea en el más completo silencio, sabe bien lo doloroso que puede llegar a ser.

El hecho de lanzar al viento lo que se siente hace que la persona suelte, como una potente descarga, toda la energía emocional que ha llevado consigo sin haberla compartido con nadie más.

A veces, puede resultar terapéutico hacerlo… pero todo depende de la circunstancia particular de quien vive el silencio.

Y es posible que, en ocasiones, el silencio sea lo más oportuno.

Hablar en silencio… un lenguaje
Cuando no tienes nada que decir
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Cuando creemos que nada estamos diciendo, hablamos a voces con nuestro lenguaje corporal y en silencio.

Puede que no queramos que se note nuestro gusto o antipatía  hacia alguien, pero bastará con que detallen nuestra mirada y ella dirá con su lenguaje sin palabras lo que no nos atrevemos a decir.

Igual nos ocurre con cada gesto que hacemos sin gesticular letras sueltas o palabras, hablamos muchas más veces en silencio de lo que pensamos y creemos.

Cuando algo nos emociona en grado sumo y nos acelera el corazón, nos corta la respiración, tendemos a no decir nada y a dejar que hable el silencio en nuestro nombre…

Es allí donde acompañamos el diálogo sin palabras con lágrimas, abrazos y nos dibujamos una tímida sonrisa de alegría y gratitud.

Pero si ha sido alguna situación que nos ha causado dolor o sufrimiento, en algún momento y luego de haber explotado, si somos de los que no nos quedamos callados, tendremos también un período de silencio en el que haremos el mejor de los recuentos sobre la situación vivida.

Puede que ese período de silencio sirva para “Ver” lo que no visualizamos antes o tal vez para seguir girando en círculo,  pero allí estará el maestro silencio para hacernos ver el acierto o el error.


Cuando no tienes nada que decir
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Definitivamente…

Las más potentes declaraciones de amor se dan en silencio…

Los más hermosos regalos se acompañan con el discurso del silencio

El más sincero gesto de arrepentimiento se da en el silencio de la acción que demuestra el cambio.

Las conversaciones que más aportan son aquellas donde el silencio del que se permite escuchar da paso a la expresión del otro.

Y la mejor demostración de paciencia es esperar que cada cual tome su tiempo para romper el silencio…


Ahora haré silencio para dejar que tengas una interesante conversación con él y disfrutes de la magia de su presencia…

Agradezco al canal youtube Música Relajante TV por el video que pudiste escuchar hoy en este post.

Si quieres compartir estas ideas sobre el lenguaje sin sonido, envía este post a quienes quieras decirle algo sobre el silencio

Te deseo una semana de interesantes descubrimientos en medio del silencio…


Un gran abrazo… Nos leemos en el próximo post… Feliz semana!

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