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¿Qué sabe el pez del agua donde nada
toda su vida?
Albert Einstein
Te
pido algo: mientras vas leyendo el post escucha, por favor, este video corto del canal youtube fervask que tiene
sonidos musicales que relajan y ayudan para disponernos a pensar, meditar,
reflexionar y conectarnos mejor con nosotros mismos…
Continuemos la conversación…
Probablemente
hemos crecido y vivido tratando de comprender el mundo que nos rodea.
Quizás
en ese esfuerzo por asimilar el mundo de afuera nos hemos perdido de explorar
nuestro mundo interior.
Tal
como se preguntó Albert Einstein sobre “qué tanto sabe el pez del agua donde
nada toda su vida”, sería interesante pensarnos en relación a nosotros mismos.
Hemos
“nadado” en nosotros mismos desde el mismo momento en que fuimos concebidos.
Y
cada uno es, a sí mismo, la persona que siempre estará allí, pase lo que pase… ¿Cómo
auto abandonarnos y no morir en el intento?
Aun
así, convivimos con nosotros en la comunicación, a veces, más silenciosa que
podamos sostener con persona alguna.
¿Podemos conocernos sin auto comunicarnos? ¿Sin explorar lo que
hay realmente dentro de nosotros?
¿Cómo
resolver este misterio?...
Preguntarse para escuchar respuestas…
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La
famosa frase de Horacio “Atrévete a Pensar”
es una llave de acceso a muchas puertas… es una excelente práctica para
mantenerse consciente y despierto.
Pero,
¿qué tiene que ver esa frase con preguntarse y escucharse?
Todo…
Porque cuando nos atrevemos a pensar, nos preguntamos, indagamos y se activa en
nosotros la necesidad de saber y conocer.
Se
despierta en nosotros la creatividad, la voluntad enciende sus motores y buena
parte de nuestro potencial comienza a salir a flote…
Entonces,
comenzamos a descubrir fortalezas y debilidades en nosotros que, de otra
manera, seguiríamos sin conocer.
Te
pregunto:
¿Por
qué somos tan propensos a buscar y esperar a que otras personas nos digan lo
que es mejor hacer o no?
¿Por
qué esa tendencia tan generalizada a seguir patrones e indicaciones que marcan
o han marcado otros como si tuviésemos que pedir permiso para administrar
nuestra propia vida?
¿Será
que es más fácil y más cómodo seguir otras voces que escuchar nuestra propia
voz interior?
Ahora,
escucha tus respuestas a esas preguntas.
¿Con quién desea hablar?...
Quizás,
para muchos, el que “habla solo” o consigo mismo sea considerado como un loco.
Hay
más gente de lo que imaginamos a quienes llaman “locos” que está más cuerda que
los “cuerdos”… Aunque, como en todo, haya sus excepciones.
Hablar
y escucharse a sí mismo no es algo que deba hacerse en forma pública. Es la
conversación más privada que podamos tener y con la garantía absoluta de que no
llegará a oídos de otros a menos que nos traicionemos a nosotros mismos.
Se
trata de darnos el permiso de hacernos preguntas, de decirnos qué y cómo nos sentimos
por algo o ante cualquier situación.
Tiene que ver con sincerarnos ante nosotros, de reconocernos y de darnos el voto de
confianza que merecemos, de ser amigos de nosotros mismos.
¿Por
qué te digo todo esto?
Porque eres importante
para ti mismo
Y
porque…
Andar
con alguien no significa conocer a ese alguien.
Estar
con alguien no significa que realmente te comuniques con esa persona.
Estamos y andamos con
nosotros mismos permanentemente… ¿cuántas conversaciones tienes al día contigo?
Es
probable que existan personas que se desconozcan tanto a sí mismas, que ni
viéndose en el espejo se reconozcan.
Si
ese no es tu caso, te felicito, de verdad…
Pero
si lo es, hoy puede ser buen momento para pensar sobre la relación que tienes
contigo mismo y comenzar a cambiarla.
Porque el mayor reto para
alguien que quiera conocer y comunicarse con otra persona es conocerse y
comunicarse primero consigo mismo…
Y
hasta aquí llego por hoy… si el post y el video te fueron útiles, entonces
valió la pena haberlo escrito.
Me
despido, deseándote una semana de interesantes conversaciones contigo mismo…
Un
gran abrazo… nos leemos en el próximo post.
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